En primer lugar, ¿QUÉ ES UN ARQUITECTO?
Existen muchas respuestas para esta sola pregunta, ya que ni los propios profesionales de la arquitectura llegan a una definición exacta y clara. Es aquel que proyecta y desarrolla una construcción, un artista, un creador, pero también aquel que piensa y calcula una edificación, y muchas cosas más… .
Pero para llegar a ser arquitecto/a se debe aprender a ver, pero ¿CÓMO?
· Hay que profundizar lo que vemos para convertirlo en pensamiento.
· Acostumbrarnos a analizar lo que nos rodea.
· Dibujar es un proceso de interpretación de la realidad
· Viajar nos permite conocer nuevos puntos de vista.
· Fotografiar para aprender a como crear una única vista entre infinitas posibles.
· Viendo películas que se componen de luz, espacio y movimiento como la arquitectura.
· Leer nos permite viajar donde no podamos y profundizar ideas.
También se debe aprender a pensar:
· Sabiendo expresar los pensamientos y encontrar el lenguaje y las herramientas para traducir nuestras ideas
· Ser críticos, poner en duda, ser curiosos.
· Pensamiento colectivo, trabajo en equipo.
Y por último aprender a crear:
· Conocer los materiales, sus características y posibilidades de empleo.
· Conocer las reglas compositivas de todas las arquitecturas des de la de la antigüedad hasta la de hoy.
· Conocer las técnicas de construcción tradicionales y modernas
· Encontrar soluciones técnicas a nuestras ideas constructivas.
Ser arquitecto es alguien capaz de convertir una casa en un sueño. Y a la vez ser capaz de convertir un sueño en una casa.
Repito que un arquitecto, lo que hace es construir ideas, sueños, materializar ideas.
O hacer realidad los sueños.
Alberto Campos Baeza
Dedicado al joven que se dedica a la arquitectura:
- No tomes la arquitectura como medio de vida si realmente no la amas.
- Acostúmbrese a pensar el porqué de las cosas que les agrada y desagrada.
- No dar por sentado que las cosas son bonitas o feas, sino analizar el edificio. Distinguir entre lo curioso y lo bello.
- Acostumbrarse al análisis.
- Pensar en «sencillo».
- No entrar a la práctica sin madurez.
- Tomen tiempo para prepararse.
- Permanecer también en la construcción.
- Considerar tan deseable construir un gallinero como una catedral.
- No entren en ninguna competencia arquitectónica bajo ninguna circunstancia, excepto como novicios.
Puedes trabajar de esta profesión tanto de manera autónoma como colectiva, tanto de manera privada como pública.